Índice de "El Republicano"

El mundo y el país en la época de Osvaldo Magnasco

PRIMERA PARTE
  • El Hombre
    De entrerriano a entrerriano
    Una personalidad carismática
    Trayectoria del personaje
SEGUNDA PARTE
  • Los Magnasco
    Familia de marinos migrantes
    Doña Benedicta Gimelli
    Rumbo a la villa de Gualeguaychú
    Matrimonio de Benito
    El capitán Benito Magnasco
    Carta de Benito a su hijo Osvaldo
TERCERA PARTE
  • Infancia y primera juventud.
    Formación educativa de Osvaldo Magnasco: una orientación lazarista
    Anécdota
    Ante la ausencia del padre
    Benito regresa a Buenos Aires
    Anécdota. Magnasco, empleado de la lotería nacional
    En el Colegio Nacional Buenos Aires
    Ingreso a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
    Debate en un periódico de la época
    Magnasco en la Guardia Nacional
    Doctor en Leyes
    Los restos del capitán Benito Magnasco
    El matrimonio de Concepción Aguilar y Osvaldo Magnasco
CUARTA PARTE
  • Del ejercicio de la profesión a la política
    Inicio de la carrera profesional
    Osvaldo Magnasco, periodista
    El diputado frente al Ministro de Hacienda
    “Los pueblos tienen el Parlamento que se merecen”
    El diputado entrerriano ante los ferrocarriles garantidos
    Debate sobre la letra del Himno Nacional
    Anécdota
    Gestiones por el Muelle Nacional de Gualeguaychú
    Intervención de Magnasco
    Con el doctor Magnasco: Una mirada retrospectiva
    Magnasco en el Modernismo
    Carta de Osvaldo Magnasco a Roque Sáenz Peña
QUINTA PARTE
  • Magnasco y sus escritos
    Diputados literatos
    Observaciones amistosas: La Divina Comedia- Las Odas de Horacio
    Anécdota
    Periodista, escritor, traductor y crítico
    Ejercicio de nostalgia: El Arroyo de mi Tierra
    Una extensa labor intelectual
SEXTA PARTE
  • Magnasco en el Ministerio
    Sorpresiva designación
    Días después, en Buenos Aires
    La lapicera que heredó de Juan B. Alberdi
    Aporte al Palacio de Justicia de la Nación
    La cartera de Instrucción Pública
    Una educación técnica adecuada a las necesidades del país
    Disposiciones del nuevo Ministro
    Escuela Industrial de la Nación
    Debate sobre la Reforma de la Enseñanza Secundaria y la creación de Escuelas Técnicas
    Obras de Magnasco durante su Ministerio
    Palabras de un vecino
SÉPTIMA PARTE
  • El Ministro en Gualeguaychú
    A través de los diarios
    En la casa de Magnasco
    Banquete en la Sociedad de Argentinos y Orientales
    El Centro Industrial de Gualeguaychú
    Aplausos en el Centro Industrial
    Una visita honorable
    Sonido de cornetón
    Un retrato hecho con lápiz
    Recorrida por los establecimientos rurales
    Puerto Magnasco
    Industria quesera en Gualeguaychú
    Lo que decía El Noticiero
    Posibles nombramientos
    En la escuela del Puerto
OCTAVA PARTE
  • Antes de su renuncia
    Carta desde Bélgica
    Sobre la acusación a Magnasco:Una cuestión nimia
    Guido Spano y Magnasco
    Su Majestad Margarita de Saboya y el Ministro
    Onésimo Leguizamón y Osvaldo Magnasco
    Dos exponentes del ideario liberal en la Generación del Ochenta
    “Ignorado defensor de los obreros”
    Renuncia al Ministerio
    Una alta lección de dignidad
NOVENA PARTE
  • Un retiro voluntario
    Camila Nievas y Osvaldo Magnasco: una entrañable amistad
    Osvaldo Magnasco y la inauguración del Hospital Centenario de Gualeguaychú
    Mutua admiración intelectual
    El pequeño Palacio de Justicia
    Algo más que un orador
    Magnasco y sus reglas para hablar
    Carta de Osvaldo a Camila
DÉCIMA PARTE
  • Deceso y traslado de los restos
    “…Ese suelo que me dio puerto de partida…”
    A cien años del fallecimiento de Osvaldo Magnasco
    “Hay muertes que causan un dolor íntimo”
    “Arrojad lirios sobre su tumba”
    Recepción de los restos en Gualeguaychú
    Palabras pronunciadas en el homenaje
    Mausoleo del Dr. Magnasco y señora
    Homenaje al Dr. Magnasco del Instituto que lleva su nombre
    Osvaldo Magnasco. Edición de sus obras
    Otros homenajes
    Una deuda de honor

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